Lesión de espalda

El dolor de espalda es la razón número uno de las bajas laborales. El dolor de espalda puede dificultarlo todo, desde sentarse hasta caminar. Con dolor de espalda crónico o agudo, es posible que ni siquiera puedas dormir cómodamente por la noche.

Peor aún, los médicos tienen opciones limitadas para tratar muchas lesiones de espalda, como hernias o protuberancias discales. En consecuencia, quienes sufren lesiones deben recurrir a analgésicos y antiinflamatorios para controlar sus síntomas en lugar de curarlos.

Si tratas con un dolor de espalda crónico o agudo tras un accidente, tal vez puedas solicitar una indemnización por tu lesión de espalda.

Anatomía de la espalda

Anatomía de la espalda

La espalda se encuentra en la parte posterior del tórax. Sostiene el tronco y proporciona la flexibilidad necesaria para que puedas doblarte y girar. También contiene las costillas, que ayudan a proteger los órganos vitales y la columna vertebral.

La columna vertebral atraviesa por la mitad de la espalda y está formada por 24 vértebras. Estos huesos segmentados forman una columna rígida que sostiene tu cuerpo y tu cabeza cuando estás de pie. También transfieren tu peso a la pelvis y las piernas para que puedas caminar erguido.

Las vértebras permiten que la columna se doble y gire. Entre ellas se asientan discos llenos de líquido que facilitan el movimiento suave de la columna vertebral proporcionando una superficie dura y resbaladiza sobre la que se deslizan las vértebras.

Cada uno de los discos de la columna vertebral tiene un anillo de colágeno fibroso y resistente, denominado anillo, que contiene un núcleo gelatinoso que amortigua y sostiene las vértebras.

En cuanto a la estructura, cada vértebra tiene un cuerpo sólido y varias protuberancias delgadas en forma de ala (o “apófisis”) que se extienden hacia fuera desde el centro. El cuerpo proporciona soporte estructural, sobre todo cuando está alineado con los cuerpos de otras vértebras, mientras que las apófisis ofrecen un punto de anclaje para los ligamentos y tendones que mantienen unida la columna vertebral.

El espacio entre el cuerpo y las apófisis forma el canal raquídeo. La médula espinal pasa por el canal raquídeo y se ramifica en cada vértebra en raíces nerviosas. Estas raíces nerviosas, a su vez, se ramifican en nervios periféricos que van a cada músculo y órgano de tu cuerpo.

¿Cuáles son las causas de las lesiones de espalda?

El dolor de espalda suele estar causado por una enfermedad o una lesión. Las lesiones que causan dolor de espalda suelen deberse a tres tipos de traumatismos:

Hiperextensión

La hiperextensión se produce cuando las fuerzas en juego en un accidente estiran la espalda más allá de su rango normal de movimiento. Por ejemplo, un accidente de coche puede hiperextender la espalda haciendo que te dobles o tuerzas bajo fuerzas enormes. Esta hiperextensión puede estirar o incluso desgarrar los tejidos blandos de la espalda.

Traumatismo contuso

Un traumatismo contuso es el resultado de un impacto en la espalda que no crea una herida abierta. Un accidente por resbalón y caída puede causar un traumatismo contuso cuando tus pies pierden tracción y caes de espaldas. El impacto de un traumatismo contuso puede magullar tejidos blandos y fracturar huesos.

Traumatismo penetrante

El traumatismo penetrante se produce cuando un objeto golpea tu espalda y crea una herida abierta. Un accidente laboral en el que una explosión te clava fragmentos de metal en la espalda, por ejemplo, puede causar un traumatismo penetrante.

Ejemplos de lesiones de espalda

Las lesiones de espalda pueden adoptar muchas formas. Algunas de las lesiones de espalda más frecuentes son

Fractura de vértebra

Una vértebra fracturada es la lesión de espalda más grave que puedes sufrir. Cuando una vértebra se fractura, puede dañar la médula espinal.

Si se fractura el cuerpo de la vértebra, los fragmentos óseos pueden penetrar en el canal raquídeo y seccionar la médula espinal. Del mismo modo, la vértebra puede dislocarse y seccionar la médula espinal si se fractura una apófisis.

En ambos casos, el daño a la médula espinal puede causar parálisis y pérdida de sensibilidad por debajo del nivel de la lesión. Una lesión medular en la zona lumbar puede causar paraplejia, mientras que una lesión medular en el cuello puede causar tetraplejia.

Una vértebra fracturada puede requerir estabilización quirúrgica para reducir el riesgo de lesión medular. Los médicos pueden utilizar barras y tornillos para aliviar la presión sobre la vértebra fracturada. Esto permite que la vértebra fracturada se cure y reduce las probabilidades de luxación.

Disco dañado

La presión sobre un disco puede hacer que se deforme. Cuando las fibras del anillo se separan, el núcleo puede sobresalir entre ellas, lo que puede dar lugar a una hernia discal.

Cuando las fibras del anillo se debilitan sin separarse, el peso de tu cuerpo puede hacer que el disco se aplane. Al hacerlo, los lados del disco se abomban, provocando una hernia discal.

Un disco debilitado puede desestabilizar la espalda, pero los problemas más graves se producen cuando el disco presiona las raíces nerviosas cercanas. La presión hace que las raíces nerviosas se irriten e inflamen. Los nervios pueden fallar, provocando 

  • Dolor, sobre todo irradiado a las extremidades
  • Debilidad muscular
  • Entumecimiento u hormigueo

Los médicos no pueden reparar un disco deformado. Pueden extraerlo y sustituirlo por un disco artificial o fusionar las vértebras adyacentes. Estas operaciones entrañan riesgos importantes, ya que extirpar un disco puede ejercer una tensión adicional sobre los discos restantes y deformarlos.

En lugar de tratar el disco, los médicos suelen tratar la inflamación del nervio. Inyectando medicamentos antiinflamatorios en la raíz nerviosa inflamada, pueden aliviar los síntomas sin necesidad de cirugía vertebral.

Distensión o esguince de espalda

La distensión de espalda se produce cuando estiras o desgarras músculos o tendones de la espalda. El músculo o los tendones dañados pueden causar

  • Dolor
  • Hinchazón
  • Rigidez en la espalda
  • Espasmos musculares
  • Debilidad

Un esguince de espalda se produce cuando hiperextiendes o desgarras los ligamentos que mantienen unida la columna vertebral. Los síntomas de un esguince de espalda incluyen:

  • Dolor
  • Inflamación cerca de la columna vertebral
  • Rango de movimiento limitado
  • Inestabilidad de la espalda
  • Chasquidos en la espalda

Las distensiones y esguinces de espalda no suelen requerir cirugía. En su lugar, los médicos prescriben cuidados domiciliarios, como reposo, hielo en la zona lesionada y antiinflamatorios. La mayoría de las distensiones y esguinces de espalda se curan en cuatro a seis semanas.

Reclamación de indemnización por lesión de espalda

Para conseguir una indemnización por una lesión de espalda, debes demostrar que la lesión se produjo por negligencia o dolo de otra persona.

Si tienes pruebas que demuestren la responsabilidad por tu lesión, puedes solicitar una indemnización por pérdidas económicas y no económicas. Las pérdidas económicas incluyen todas las repercusiones financieras de tus lesiones, desde los gastos médicos hasta la pérdida de ingresos, mientras que las pérdidas no económicas incluyen todas las formas en que tus lesiones mermaron tu calidad de vida.

Ponte en contacto con un abogado de lesiones personales de Naperville para que te ayude

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